DEL VACILAR

Gregorio Fontén despliega su trabajo como una cartografía sensible que especula e imbrica. Somos aquí testigos de una bitácora operacional íntima donde el estudio y la observación combaten cuerpo a cuerpo con la desmesura, las violencias estructurales, las diferencias e indiferencias de la historia. La materialidad de lo humano lucha por escapar de la simplicidad de lo perecible. El «criollo sónico» es una entidad polimorfa creada por Fontén para adentrarnos en las teorías de sus mundos inestables y sincrónicos, mientras avanzamos en un vacilar donde muertes y maravillas, dioses y desperdicios conviven con memorias marchitas y euforias del merchandising Es una ruta anarcobarroca de un golem moreno tramado por lo mejor y lo peor de la colisión civilizatoria. Desde una epistemología mestiza e impura, desestabiliza los automatismos interpretativos de lo evidente con una estética de     la liberación que construye una nueva transmodernidad cultural.

Samuel Ibarra

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